RODRIGO GUIRAO DIAZ PHOTOGRAPHED BY MATIAS SALGADO FOR HOLA MAGAZINE

By ARGENTINEMEN - April 30, 2021

Hace más de diez años que no pasaba tanto tiempo en su casa, pero la cuarentena lo encontró recién llegado a Buenos Aires, y sin poder actuar ni tocar en vivo –”mis dos grandes pasiones”, revela–, se dedicó a remodelar su hogar. “Recordé mis inicios, cuando laburaba de electricista en el barrio”, cuenta Rodrigo Guirao Díaz (41), sobre los primeros trabajos de su adolescencia. Es que el galán, antes de dedicarse al modelaje y a la actuación, aprovechó sus conocimientos aprendidos en la Escuela Técnica Raggio para arreglar los artefactos eléctricos de sus vecinos, además de ser cadete y mesero. Y si nos dejamos llevar por el estilo de su departamento de Palermo Hollywood, también podría dedicarse a la decoración. “En eso soy un autodidacta y a veces les pido ayuda a mis seguidores de Instagram, que son un 90 por ciento de mujeres y me pasan buenos tips”, asegura a ¡HOLA! Argentina.


Apodado el “Brad Pitt argentino” por los medios extranjeros, desde 2010 forja su carrera como actor en el exterior: protagonizó novelas en Italia –como la exitosa Terra Ribelle y La cartuja de Parma-, hizo su debut en el cine español –con la comedia romántica Solo química–, y pisa fuerte en el mercado mexicano, donde recientemente fue coprotagonista en la nueva versión de la telenovela Rubí. Además, acaba de estrenar el film Después de ti, rodado en México antes de la pandemia, y se está preparando para dos películas en nuestro país.

–¿Cómo te llevás con la vida nómade?

–Me gusta y cuando no está, la extraño. En una época en la que vivía mucho entre hoteles y departamentos de Airbnb pensaba en lo lindo que sería decorar mi casa y se me dio en la pandemia. En el fondo me gusta esa adrenalina de viajar, aunque a veces se sienta un poco la soledad.

–¿Qué es lo que más extrañás cuando no estás en Argentina?

–Los afectos: mi madre, mis amigos, mi casa…

–¿Te irías a vivir al exterior?

–Podría ser, pero en los últimos años en los que trabajé afuera siempre volví a Argentina, que es donde soy más feliz. Amo vivir en mi país. Sacando el paréntesis de la pandemia, pasaba la mitad del año acá y la otra mitad en el exterior.

–¿Cómo transitás la pandemia?

–Cuando empezó estaba en México y volví a Buenos Aires unos días antes de la cuarentena obligatoria. Al principio tuve miedo, también por mi madre. Y dudas de cómo iba a ser estar conmigo mismo, sin distracciones. Era algo que venía evitando y el encierro me obligó a rever lo que estaba haciendo, separando lo que hacía en piloto automático o lo realmente amado. Me hizo muy bien. En la cuarentena perdí mis dos pasiones en la vida, que son actuar y tocar música en vivo. Pero le busqué la vuelta: remodelé mi casa, me puse a estudiar acentos, repasé libros viejos de teatro, grabé videos de música. Soy un guitarrista que aprendió de oído y tocar nuevos temas estuvo buenísimo. Me reencontré conmigo mismo y con las cosas que hacía de chico.

–¿Te marcó perder a tu papá a los 11 años?

–Tuve que aprender que la muerte es parte de la vida y aceptar eso cuando sos chico es muy difícil. Cuando papá murió –de un ACV–, me refugié en la música y en el cine, que fue lo que me sanó. Me hacían vivir otra realidad. También marcó mi sentido de la responsabilidad, empecé a trabajar a los 16. En un punto, al ser el hermano mayor [le siguen los mellizos Ramiro y Gonzalo, de 39], ocupé un rol que no me correspondía, aunque fue mi manera de transitarlo. Después lo trabajé mucho. Hoy, mirando hacia atrás, admiro mucho a mi vieja que pudo salir adelante sola.

–A fines de 2019, tu hermano Gonzalo fue noticia por un episodio de alteración psicológica en el que pasó al balcón de su vecina, ¿cómo está ahora?

–Está haciendo un tratamiento y se encuentra muy bien.


SOLTERO CODICIADO

–¿Estás en pareja?

–No, estoy soltero.

–¿Tener una vida nómade atenta contra el amor?

–Es un obstáculo y se hace un poco difícil. No es lo mismo hacer videollamadas que tenerse en vivo y en directo. Hace mucho que no estoy en pareja.

–¿Tuviste alguna cita por Instagram?

–Con el celular y las redes sociales tenemos el boliche en el bolsillo. Una vez conocí a una chica por Instagram y nos pusimos de novios, pero soy chapado a la antigua y prefiero conocer a la gente en la vida real… Sentir la energía de la persona, su carisma, ver su sonrisa y su mirada.

–En enero cumpliste 41 años, ¿te llevás bien con el paso del tiempo?

–Siento que el tiempo pasa más rápido y el día me dura menos que cuando era chico. Pero me quedo tranquilo porque tengo la teoría de que si pasa rápido es porque la estoy pasando bien. También me cayó la ficha de cuidar más mi cuerpo y descansar lo que necesito. Tengo dos hernias de disco y hace poco pude volver a entrenar y me siento bárbaro. No por estética, sino por salud.

–En lo personal, ¿qué querés para tu vida?

–Sueño con formar una familia, me encantaría ser padre. Mis mejores amigos ya tienen hijos y sé que es una forma de amor que todavía no conozco y me gustaría experimentar.

–¿Con qué soñás?

–Con ser un cantante profesional y trabajar de actor toda la vida. Soy un afortunado, estoy viviendo mi sueño. Agradezco a mi suerte, pero también a prepararme, a confiar en mí y a tener tolerancia al fracaso cuando las cosas van mal.








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